miércoles, 1 de septiembre de 2010

~ C h a p t e r SEVENTEEN ~




-Gracias Male. Caitlin vamonos – le dijo a ella. Caitlin me miro como si me quisiera fulminar y salieron las dos de la habitación del hospital.
Ambas se habían ido y como siempre me deje caer de rodillas a un lado de justin que permanecía dormido y me eche a llorar desconsoladamente.

-por favor mejórate – decía entre sollozos – te necesito y fui una tonta al alejarme así de ti pero es que me partió el corazón verte con ella – seguí implorando que sanara, en realidad solo lloraba y hablaba para mi sola sabiendo que justin no me escuchaba y que no había nadie en el cuarto.
El llanto siguió hasta que después de todo el viaje y todo este suceso no me había alimentado ni descansado bien. Me quede a un lado de mi chico arrodillada en el suelo a lado de la cama donde estaba el dormido.
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Me di la vuelta y aun entre sueños pero note que no estaba en donde me había quedado, desperté y abrí los ojos lentamente pues estos estaban exhaustos de tanto lagrimear. Me quede sentada y note que estaba en la cama ¡la cama donde debería estar bieber!
-¡¿Dónde esta?! – grite para mi misma. Me levante de la camilla y mire el reloj. 3:45 a.m. Aun es de madrugada. Estaba desesperada ahora a donde se había escapado justin, será que me estoy volviendo loca y solo fue un sueño todo esto. No, eso no puede ser porque me encuentro en el hospital. Corrí hacia la puerta y Salí al pasillo encontrándome con una enfermera a la que me dirigí.
-Disculpe, ¿el paciente del cuarto 215 donde esta? – le dije asustada.
-El señor bieber debe estar ahí – aseguro ella.
-Gracias – me di medial vuelta y volví al cuarto de hospital 215.
Me desespera aun mas de no ver a justin ni en su cama ni en ningún otra lado. Y justo cuando estaba a punto de perder la calma alguien entro a la habitación, ver ese rostro, esos ojos y esos labios me paralizo por completo y mi vista se nublo por las lagrimas, que debo aclarar, eran de felicidad.
-¡Justin! – dije con un grito de felicidad. En verdad no podía creer verlo así mejorado y de pie.
-Hola hermosa – dijo con esa sonrisa que extrañaba ver en su rostro.
-¡Te amo! – me lance a sus brazos y lo bese. Tocar sus labios me daba paz y tranquilidad. Después de unos intensos y anhelados segundos de besos lo solté.
-Gracias por regresar – dijo en susurros.
-Gracias a ti por mejorar – dije aferrando mis brazos a su torso.
- Pensé… que no volvería a verte. Perdóname – dijo arrepentido. Todo quedo en el pasado amor.
-Calla – tape mi dedo con su boca – se lo que tenia que saber, jasmine hablo conmigo y quiero olvidar ese recuerdo, quiero borrarlo de mi mente y ahora quiero quedarme contigo – el seco mis ojos y después beso mi frente lleno de dulzura.
-Te amo… - dijo con esa seductora sonrisa.
-Yo mas… lindo atuendo – dije con una risita y sin soltarme de sus brazos.
-¿eh? – el miro su ropa y noto que estaba en boxers. Algo tentador - ¿te gusta? Porque si quieres me los quito - bromeo.
-¡no! – dije nerviosa y apenada – así esta bien – reímos los dos.
El volvió a besarme y yo deseada seguí su juego. El susto que me dio hizo que extrañara su boca aferrada a la mía y sus manos acariciar mi piel. Quería comérmelo a mordidas y arrancarle los labios. Seguimos besándonos y lo que parecía algo romántico se hizo mas intenso. Me recargo contra la pared y no se como hizo pero en un movimiento apago la luz dejándonos en la oscuridad y lo único que alumbraba era el brillo de la luna entrar por la ventana. Cuando sentí apoyarme contra la dura pared dejo de besar mi boca para ahora besar mi cuello y morderlo de vez en cuando. Yo sentía mi piel arder y mi corazón gritaba de alegría al sentir de nuevo su cuerpo frente al mió, mi cabeza daba vueltas como loca. Mi cuerpo y el de justin habían subido notablemente de temperatura, ambos gozábamos del momento. Dejo mi de saborear mi cuello para volver con mis labios. El me quito de la pared y me acerco a la cama para dejarme caer delicadamente en ella. Es algo extraño que estemos haciendo esto en un hospital, pero que importa lo demás si ahora estoy con el. seguimos besándonos y sentía calor en toda mi piel, el quito mi suéter dejándome en una pequeña blusa que mostraba un poco de mi abdomen, el me miro y se mordió el labio, algo aun mas seductor.
CONTINUARA….

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