viernes, 3 de septiembre de 2010

~ C h a p t e r # FORTY ~




Nunca se comparara esto a lo que siento con justin, pero aunque mi corazón no lo desee, a mi cuerpo parece gustarle de esto, arde tanto como el de liam. Atracción física que me enloquece.
Tan solo puedo pensar en el ahora, no me siento capas de notar la horrible locura que estoy haciendo, como puedo entregarme así de fácil. Pero sin embargo seguí besando su cuello con pasión.
El momento siguió, seguí besando y mordiendo su cuello con ímpetu, nunca me sentía tan estupida, sentía el deseo carnal y el calor correr por mi piel pero aun así sentía frió en mi alma, trate de ignorarlo y recorrí su fornido pecho con mi boca y de nuevo volví a sus labios, me sentía agresiva y a la vez tan frágil y débil. No se si en verdad lo disfrutaba por de verdad deseaba a liam como hombre o solo me gustaba por que me quería olvidar de todo sin embargo cuando recordé los momentos así con justin, no resistí y me detuve mientras el agua se acumulaba en mis ojos, liam me abrazo fuerte y me recostó a su lado para dejarme llorar, escondí mi rostro en su cuello y el me arropo con sus brazos, si, era tonto que me diera cuenta de mi error tan tarde, talvez no tan tarde, pero si como para dañar a liam.
- Lo siento tanto liam, te lo suplico, perdóname – le dije llorando en sus brazos.
- No tengo que perdonarte, nada, sabia a donde llegaría esto y no me detuve, perdóname por no negarme – susurro.
- No te merezco liam, eres demasiado bueno para mi – le di un beso en la frente aun con lagrimas en mi rostro.
Me pare del sofá arrepentida y dolida y tome mi blusa, por suerte era lo único que me había quitado al igual que liam, tenia tanta vergüenza que no pude mirarlo a los ojos y subí a la habitación donde dormiría, liam no dijo nada y se quedo ahí en medio de la noche.
Me puse una ropa para dormir y me deje caer en la cama para soltar el llanto horrible, me sentía una basura, una idiota, una zorra, la persona más mala. Me deseo lo peor.
Estuve a punto de cometer una locura, una abominación al entregarme a otro que no sea justin, si talvez el me lastimo pero no es razón para hacer esto, y aunque me siento totalmente vacía, siento agonizar mi alma y muero a cada segundo que pasa sin justin, pero no es como para entregarme a cualquier chico, menos si ese chico no merece que lo lastimen, no se como diablos pude ser tan egoísta como para no darme cuanta en el daño que le estaba causando. Soy la peor persona.
Llore tanto como pude, descargue cada dolor en un sollozo que me desgarraba la garganta y mis ojos se secaron, después de eso me quede totalmente dormida.
_____________
A la mañana siguiente tome mi teléfono celular para mirar la hora pero antes de eso me di cuenta de las miles de llamadas perdidas, una parte eran de mis padres y otra de justin. Eso significa que ya se dieron cuenta que escape.
No le tome importancia a mis padres, ellos me provocaron que hiciera esto, que huyera de casa… pero de justin, me mataban las ganas de llamarlo pero no, el fue quien dio por muerta nuestra relación. Me duele pero el mismo dijo que seria mejor darnos un tiempo, y si me pidió alejarme, lo haré.
Me levante de la cama, eran las 10 a.m., temprano, al menos para mi, baje las escaleras cuidadosamente, lo menos que deseo ahora es mirar a liam después del incomodo suceso de anoche, llegue a la cocina y sin darme cuenta liam estaba ahí preparando el desayuno.
- Buenos días Male – dijo sonriente con la mayor sinceridad, parecía como si no recordara que paso en la noche.
- Buenos… días – conteste apenada.
- ¿quieres comer algo? – pregunto amable. Ese es el liam que conozco y quiero.
- Si gracias – conteste – liam… perdón por… – sin dejarme terminar liam volteo a verme.
- Olvidemos eso, no me siento mal por lo de anoche, creo que una parte de mi lo disfruto, no te preocupes yo no me siento herido, al contrario, me gusta tenerte aquí – sonrió y sacudió mi cabeza despeinándome, como si fuera una niña pequeña.
- Esta bien – susurre ya mas confiada.
Desayunamos calmados y tranquilos, al principio fue incomodo pero después liam hizo que mis nervios y la vergüenza se fueran. Todo fue tranquilo, como si nunca hubiera pasado nada, como si fuésemos amigos. Como siempre.
Fui a ‘mi’ cuarto, en realidad solo me hospedaría aquí unos días, me duche y sentí el agua caliente correr por mi piel, esa sensación que me calmaba, algo relajante.
Me cambie y me interrumpió el insoportable sonido de mi celular sonando, lo tome y eran mis papas, insistentemente, es mas que obvio que están desesperados por saber conde estoy. Algo frustrada y molesta conteste.
- ¿Hola? – dije por el teléfono.
- ¡¿Hija donde estas?! – dijo mi papa exaltado y enojado.
- En un lugar donde no me encontraran – dije indiferente. Me da igual si se mueren de miedo por que algo me pase, yo tengo suficiente con mi corazón herido.
- ¿Dónde estas Malena? – mi mama le había arrebatado el teléfono a mi papa.
- No te diré, miren para dejarlo claro huí de casa porque simplemente ustedes no me dejaban ser feliz, ahora estoy bien y no me pidan que regrese porque no lo haré. Adiós.
Corte la llamada sin dejarlos responder y para asegurarme que no molestaran mas apague el teléfono, se que de verdad están preocupados pero fue mucho el que les haya respondido, la verdad al principio estaba enfadada con ellos, pero después de lo de justin me doy cuenta que talvez simplemente debería alejarme de todos ellos por un tiempo. Solo necesito darme unos días para mí, sin llanto, sin dolor, sin estrés. Solo yo… ¿& liam?
Baje a la sala y liam estaba viendo TV muy tranquilamente.
- hey linda – sonrió.
- Oye liam, no crees que deberíamos dar un paseo – sugerí – solo para relajarnos un poco – sonreí.
- Esta bien, como tu desees – bromeo y soltó una pequeña sonrisa.
Subimos a su auto y el día era agradable había sol pero no hacia mucho calor, solo algo calido, llegamos a un parque y comenzamos a jugar en los columpios, reíamos, raramente no sentía dolor cuando estaba con liam. Debe ser porque el es un amigo de verdad. Uno en el que puedo confiar y saber que jamás me fallara.
- Liam eres una de las personas mas especiales en mi vida, me alegra que seamos amigos – confesé con una sonrisa, asta yo pude detectar que era una sonrisa sincera.
Si talvez no debí decir amigos, pero es que era lo mas cercano a lo que nos describe, un chico enamorado de una chica que sufre por otro. Algo triste.
- Tu me alegras la vida linda, me agrada y me hace feliz que sabes que siempre estaré para ti, me halaga saber que me cuando necesitas ayuda vengas a mi, me agrada que me tengas confianza.
- Te quiero – susurre.
- Yo igual – dijo sonriente.
Lo abrase, algo con cariño, solo una demostración de amor de dos amigos, solo eso. Amigos.
Me sentía bien con el cerca y aunque me sentía vacía sin justin al menos liam podía pretender llenar ese vació, pero solo pretender porque jamás nadie que no sea justin podrá sanarme. Nadie.
Todo iba bien, parecía que estar lejos de los demás me relajaba asta que cuando me separe de liam el tenia clavada la mirada hacia cierto lugar.
- ¿Qué vez? – pregunte curiosa
El no respondió y cuando mire hacia donde el estaba, vi a dos chicos cerca de un árbol en el mismo parque donde estábamos liam y yo, ambos conocidos, me dio una punzada en el pecho al reconocer a justin con caitlin, juntos, ambos reían y se comportaban cariñosos. No parecian solo amigos.
Tal vez por eso quería un tiempo, talvez por eso necesitaba alejarse de mí, para estar con ella, para volver a los brazos de caitlin. Mis malditas y acostumbradas lágrimas de nuevo salían de mis ojos.
- ¿Ese es justin con… caitlin? – pregunte con lagrimas en mi rostro. Es obvio que es el.
CONTINUARA....

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