viernes, 3 de septiembre de 2010

~ C h a p t e r # TWENTY- EIGHT ~



- Esta bien – el se sorprendió ante mi respuesta, el esperaba a un “no” de mi parte, pero no fue así, le mostrare que yo también puedo ser como el.
Lo tome de su playera y lo acerque a mi en una forma brusca y posesiva, choque mi boca contra la suya y el juego comenzó. Era exquisito la forma en que el provocaba sensaciones indescriptibles en mi con tan solo un rose de labios. Si lose, esto es algo horrible, se que lo lamentare después pero es que me resulta divertido estos encuentros a escondidas
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, algo seductor, como jugar al gato y al ratón, es un juego masoquista pero se que me gusta tanto como a el. Nuestras lenguajes jugaban una lucha con ímpetu y emoción, sus manos acariciaban mi cuerpo sin control y el fuego ardía entre los dos, justo como aquella noche en la que me entregue a el, pero esto es diferente, esto es un trampa, es algo que pretendo hacer y no hacer, pretendo no sentir nada con sus besos aunque por dentro los goce, pretendo estar bien sin el aunque este muriendo en su ausencia. El también quiere fingir que aun me puede controlar, eso no es así, ya no soy más su muñeca a la que controla, esta vez lo haré caer como yo lo hice por su culpa. Tome su cabellera dorada entre mis manos y la alborote, el rozaba sus manos en mis descubiertas piernas y besaba mi clavícula con pasión, era un encuentro salvaje, fuera de lo sentimental ahora dominaba la atracción física.
Los besos continuaron por unos eternos y largos minutos, esto me resulta demasiado sexy, algo que es inevitable, quisiera jugar así con el por un tiempo.
- basta – susurre con una sonrisa – esto no puede seguir – aunque quería mostrarme seria, la alegría me dominada y me hacia sonreír.
- Si, si puede seguir – dijo mordiéndose el labio inferior de una forma realmente atrayente.
- No… - antes de poder seguir hablando el siguió dándome pequeños besos para callarme.
- No se que rayos tienes que haces que cometa locuras por ti – indico sobre mis labios – miénteme, dime que no te gusta tanto como a mi, esta manera de encontrarnos, algo atrevido, arriesgado y seductor – sonrió de esa manera tan intimidante e irresistible.
- Si me gusta, y demasiado – susurre – pero no debe ser así. Me tengo que ir.
Lo tome del cuello y le di un ultimo beso, un beso ardiente, y para darlo por terminado mordí su labio de una forma apasionada y violenta. Algo salvaje.
Salí del baño rápidamente y entre en un habitación para cambiarme, cuando Salí me percate que justin ya había bajado a la fiesta. Baje y liam estaba con selena, pero ni rastro de justin, al parecer decidió no saludar a nadie, como si nunca hubiera estado aquí.
Regrese a donde liam estaba y al parecer nadie noto que justin había venido.
- tardaste un poco – confeso liam.
- lo siento es que, bueno soy chica siempre me voy a tardar – reí.
- Ya veo – soltó una pequeña sonrisa tierna – ya es tarde ¿Quieres que nos vayamos?
- Si, ya estoy muy cansada – bostece falsamente.
- Entonces toma tus cosas para irnos – ordeno liam.
Ya estábamos listos para salir pero antes nos despedimos de selena y ella agradeció nuestra presencia, después subimos al coche y emprendimos camino hacia casa.
En el camino solo podía pensar en el atrevido suceso con justin y la manera en que se dio el encuentro. No creí poder seguir a su lado pero ahorre me resultaba atrayente nuestra aventura a escondidas, me gusto tanto que deseo aun mas. Jugaremos, el tendrá que seguirme porque no pienso ser tan fácil, me gusta darme a desear. Creo que últimamente mi manera de pensar ya no es coherente, yo nunca fui una chica atrevida ni rebelde, mucho menos la clase persona que a desear pero justin alteraba mi manera de pensar con tan solo un beso o un rose de labios me podría convertir en lo que el quisiera.
- ¿en que tanto piensas que te veo muy sonriente? – pregunto liam sin dejar de mirar el camino.
- ¿yo? En nada solo que… - note que realmente una sonrisa se acomodaba en mi rostro y yo no me había percatado de ello – nada solo que me divertí mucho este día – en efecto, me divertí aun mas con los besos de justin.
- Que bien, era lo único que quería escuchar. Ahora veo que justin esta dejando de arruinar tu vida, era hora que tu disfrutaras – sonrió liam. No es precisamente así. Mi rostro cambio drásticamente a uno arrepentido, me sentía mal, como puede ser que hace unos días estaba muriendo por la culpa de justin y ahora este disfrutando de esta tonta aventura. Liam no merece esto.
Llegamos a casa y bajamos del coche, nos dirigimos a la puerta y nos quedamos charlando un poco.
- gracias por todo – le dije algo culpable a liam.
- no tienes nada que agradecer, solo lo hago por ti – sonrió.
- Aun así, eres increíble liam – no puedo ser mas tonta como para estarle haciendo esto a el. No lo merezco, es alguien demasiado valioso para mí.
- Gracias, tu también lo eres – claro que no – bueno – liam bostezo – me tengo que ir. Mañana te marco para ver que quieres hacer
- Esta bien. que descanses – me despedí con un beso en la mejilla pero el movió su rostro y nuestros labios chocaron, no se si fue algo que liam hizo a propósito o en realidad solo fue un accidente.
No me aleje de el ni el tampoco lo hizo, nuestro labios empezaron a moverme al mismo tiempo y sintonía, mi cuerpo de pronto tembló, sentí un cosquilleo en el estomago, pero aunque era algo débil lo podía sentir, el me tomo de la cintura y delicadamente comenzó a besarme aun mas apasionado. No creí que pudiese llegar a sentir algo así con liam, pero ahora lo estaba haciendo, sentía que en sus labios, en sus brazos y junto a el estaba segura, me sentía tranquila, alegre, era algo lindo.
El beso continuo asta que sonó mi teléfono. Maldita cosa inoportuna. Difícilmente me separe de liam y lo busque en mi bolso, mire en la pantalla del teléfono móvil… y era justin, rápidamente lo guarde ignorando la llamada para que liam no viera de quien se trataba.
- lo siento, es mi madre que esta llamando, quiere que entre – mentí.
- Esta bien – sonrió alegre – me conformo con esto y te dejo ir. Adiós linda. – se acerco a mi para esta vez si besar mi mejilla… pero no pude evitar tomarlo del cuello y darle un ultimo beso. Ahora era yo quien deseaba sus labios. El beso fue corto y después lo solté, el sonrió de manera sorprendida, pareció haberle gustado saber que fui yo la de la iniciativa.
- Adiós – sonreí de una forma extraña, una forma dulce y algo tranquila. Como si no necesitara nada mas que estar con el. Algo raro estaba pasando.
El se fue con una sonrisa de oreja a oreja, entre a casa y corrí a mi habitación. Cuando ya estaba con mi pijama y acostada en mi cama pude pensar con claridad el beso que le di a liam, sentí algo especial, sentí estar completa de nuevo, ya no sentía un vació dentro de mi ¿será que liam me esta enamorando? de nuevo sonó mi teléfono, de nuevo era justin así que entendí la llamada.
- ¿hola? – fingí no saber quien era.
- Hola Male – su voz trajo un mareo acompañado de alegría. Que diablos pasa conmigo, o es liam o es Justin.
- ¿Qué pasa? – conteste seca y fría. Tengo que parecer desinteresada, a si las cosas me resultan mas deseables.
- Podrías abrir la puerta de tu balcón – justin corto la llamada. Su comentario me confundió, mire al balcón y en definitiva estaba cerrado, cuando abrí la puerta me lleve un gran susto, justin se encontraba en el, con sus manos en los bolsillos y la pierna flexionada recargada en la pared, su típica pose de chico malo. Amo cuando se pone de esa manera.
- ¿Qué haces aquí? – soné algo sorprendida pero aun así sonreía. Trate de evitarlo pero fue inútil.
- Dejamos muchas cosas pendientes ¿no crees? – pregunto con un tono seductor y acercándose a mi a pasos lentos e intimidantes.
- No, no lo creo – tartamudee.
- Yo pienso que si – justin se acerco a mi mientras mordía su labio. Tengo que resistir.
- Aléjate de mi – indique de mala forma.
- No puedo, lo siento - dijo un tanto provocador.
El me tomo de la cintura y de nuevo como otra veces me acorralo entre la pared y junto aferro sus labios a los míos con fuerza, mi corazón ni mi cuerpo resistieron y de nuevo caí en su juego, prometí ser fuerte pero es inevitable no caer en su seducción. Enrede mis manos a su cuello y comencé besarlo ferozmente, era una de las tantas veces en las que intente arrancar sus labios a mordidas y el recorrió mi cuello con su boca. De nuevo volvió a besarme y me hacia arder aun mas la idea de saber que era algo peligroso que el estuviera en mi habitación sabiendo que mi familia estaba aquí, eso lo hacia mas excitante pero no puedo correr demasiados riesgos así que en un moviendo veloz coloque el seguro para que nadie entrara e interrumpiera el momento, comencé a sacar su playera de una manera desesperada y cuando lo logre aun me exalte de ver su pecho un poco mas fornido que la ultima vez, creo que ha estado haciendo ejercicio. Lo tome de nuevo para besarlo y el poco a poco quito mi blusa de mi cuerpo, pauso un poco solo para admirarme algo emocionado, le gustaba verme de esa manera, algo que solo el a experimentado en mi.
Siguió besando mi clavícula y en un movimiento me tumbo en mi cama dejándome debajo de el, sentía como con cada rose mi piel ardía, me di cuenta de lo tanto que necesitaba esto, extrañaba estar a si de esta manera con el, algo tan intimo y especial que solo estoy dispuesta a compartir con el.
Justin siguió besándome vehemente y con fogosidad mientras con una de sus manos trataba de desabrochar mi sosten, nos escondimos entre las sabanas en medio de la oscuridad, y a pesar que corría perfectamente el aire sentía un calor intenso dentro de mi con cada beso y cada caricia que justin hacia, sin darme cuenta, como siempre tan distraída, ya estábamos sin ninguna prenda cubriéndonos, solo las sabanas, sentía de nuevo el rose de su piel en contacto con la mía, sentía su cuerpo de nuevo junto al mió como la ultima y “primera” vez. Nuestras respiraciones eran agitadas, sentía que sus manos recorrer mi cuerpo con delicadeza y amor, sentía realmente el sentimiento oculto entre los dos, y aunque fue una atracción física, todo a su lado se volvía sentimental, porque lo amaba como el primer día o talvez aun mas. La noche siguió y sentía su cuerpo penetrar en el mió llenándome de pasión era una noche donde dejamos de ser dos para que ahora nuestros cuerpos se fundieran en una noche de placer volviéndose uno.
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Desperté en medio de la madrugada, aun no era de día, me senté envuelta en las sabanas admirando al único dueño de mi corazón descansando tan en paz, me dolía saber que talvez esta es la ultima vez que pueda estar así con el, porque el tenia una novia y yo tengo a liam. Como pude haber sido capasa de esto.
Me siento una maldita, cose que diablos pasa conmigo, en verdad siento algo por liam pero nada se compara a lo que siento con justin, el es el único que puede hacerme caer a sus pies con una mirada, y lamento ser tan débil.
Comenzaron a salir las lagrimas y aunque trate de no hacer ruido lo hice, justin despertó y noto que lloraba.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras hermosa? – se acerco a mi.
- Porque esto no debió pasar, tu tienes novia y yo estoy saliendo con liam, ellos no merecen esto, liam NO merece lo que le estoy haciendo – mi llanto no cesaba – tu deberías dejarme, no ves que me haces daño – agache la cabeza y cubrí mi rostro con mis manos para llorar sin que me viera.
- Caro… tengo que confesarte algo – pego su frente a la mía.
- ¿Qué cosa? – pronuncie con un hilo de voz y sin dejar de llorar.
- Selena no es mi novia, no de verdad – suspiro.
- ¿Qué? – susurre exaltada y levante la mirada.
- Esto es solo por publicidad, en realidad yo no siento nada por ella, por eso en el restaurante te dije que no tenia novia, porque en verdad no la tengo. Tu eres la única chica en mi vida – susurro en mi oído.
- Lo siento justin pero estoy cansada de esto – me separe bruscamente de el – estoy cansada de creer que podemos ser novios y ser felices.
- Lo siento justin pero estoy cansada de esto – me separe bruscamente de el – estoy cansada de creer que podemos ser novios y ser felices. La única verdad es que no podemos estar juntos y sabes por que – me acerque de nuevo a el y lo tome de su rostro para acercarlo a mí – porque tú no confiaste en mí a pesar de que yo si lo hice, perdone tus errores pero tú no supiste perdonarme a pesar que yo no fui culpable. Y hay otra cosa mas… - sentí como por mi mejilla corría una lágrima.
- ¿Qué cosa? – justin me sujeto fuerte de la cintura algo aterrado envuelto en su sabana al igual que yo.

CONTINUARA....

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