lunes, 16 de agosto de 2010

~ C h a p t e r NINE ~



- If you give, give the first dance to me girl I promise I'll be gentle but we gotta do it slowly if you give, Give the first dance to me we'll cherish every moment, It only happens once, once in a life time - La música termino y el y yo nos detuvimos y nos miramos silenciosos, esta vez los ojos de justin se veían con mas brillo en su mirar, algo especial abundaban en ellos, algo que no había visto antes.
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Parecía como si me viera de una forma especial. Una mirada enamorada. ¿Qué digo?, eso jamás pasara. El acerco su rostro al mió y rozo sus labios con los míos amenazando a besarlos pero no puedo, tengo que detenerme, esto jamás será real, el solo siente atracción física, no piensa en sentimientos el nunca a conocido el amor y quien soy yo para enseñarle a querer, solo me estoy enamorando de un chico que solo busca cosas superficiales en una chica. Me negué voltee mi rostro para rechazarlo pero ¿Cómo parar este sentimiento? ¿Cómo negarle a mi corazón que se enamore de el? ¿Cómo poder resistirme a sus besos que me embriagan de este dulce sentimiento? Lo mire a los ojos, en esta ocasión estaba confundida, devastada, arrepentida & sobre todo… Enamorada. lo solté voltee a ver a la multitud y a pesar de que había unas luces para alumbrar la pista de baile no se distinguía muy bien, mire a justin y el parecía desconcertado a mi comportamiento me aleje de el mientras el me miraba alejarme algo confundido, camine entre la gente después de pasar por toda la multitud corrí tanto como mis piernas me lo permitieron, mi corazón latía demasiado fuerte y el aire me faltaba, hasta me era doloroso respirar. Estaba fatal, sin duda lo que comenzó como algo de atracción se convirtió en amor y eso es algo que no puede pasar, algo que solo me perjudicaría a mí. Sin darme cuanta de a donde me dirigía llegue a un lugar muy hermoso, un especie de patio muy bello y alumbrado parecía sacado de un cuento de hadas, algo romántico y mágico. Me senté en una banca que estaba ahí y sin más que decir deje que las lágrimas salieran de mis ojos sin poner resistencia, es tonto como alguien llego a mi vida sin pleno aviso y me cambio el mundo por completo. Estaba en medio de ese hermoso lugar solitario pero de pronto se escucharon pasos, alguien se acercaba y no debían verme llorar. Seque mis ojos con delicadeza y trate de sonreír ante la persona que se acercaba, voltee a verlo y lo reconocí, era justin. El había corrido detrás de mi posiblemente, el me miro y yo me puse de pie para tratar de Salí de ahí, no quería verlo ahora que estaba tan frágil y mi llanto podría salir en cualquier momento.
- ¿Qué pasa? – pregunto de una forma dulce.
- Nada – me voltee y le di la espalda, no podía mostrar mi rostro o notaria que estaba llorando.
- Male ¿estas bien? – el tomo mi cintura por atrás.
- Si, solo déjame estar sola unos minutos… por favor.
- Male, mírame… - exigió.
- No, no quiero, déjame sola justin – el no soltaba mi cintura y en un brusco movimiento me giro quedando cara a cara – ¡vete! – grite pero el no hizo caso a mis palabras.
- ¿Qué pasa nena?
- ¡Nada solo déjame sola por favor no quiero estar contigo entiéndelo!
- ¡¿Por qué no?! – Protesto de forma desesperada y en su rostro se veía el enojo - ¡no te entiendo sabes! ¡No entiendo porque si todas las chicas quieren estar conmigo porque tú actúas así! ¡Eres tan detestable! ¡No me entiendo yo! ¡Porque me aferro a ti! ¡Porque me resultas tan terriblemente irritante! ¡Eres rara y bipolar!
- ¡¿Qué?! ¡Yo no soy bipolar! Tu eres el que se cree superior a mí, te gusta pensar que todas mueren por ti ¡pero yo no! ¡Yo no soy la tonta de nadie y mucho menos tuya!
- ¡basta!...

Yo iba a seguir gritando, no me importo si él no quería seguir peleando pero apenas iba a abrir la boca para hablar me tomo de la cintura fuertemente sin dejarme escapatoria, acerco su boca a la mía y me beso, maldita costumbre de callarme así. Por tercera vez e probado sus besos y es algo excitante pero aun así me causa miedo el resultado de sus besos, me puedo volver adicta a ellos. Tenia ganas de bofetearlo pero el instinto que despertó en mi no me lo permitió. No me negué en lo absoluto, esta vez ya era tarde y no tenia la suficiente voluntad como para rechazarlo. Puse mis manos en su cuello y de nuevo con ferocidad devore su boca, el beso se volvió apasionado, intimo y placentero, me faltaba el aire en los pulmones pero no importaba, no quería parar de probar su boca ni aunque mis labios pudieran morir en los suyos me detendría. Si en definitiva jamás había gozado un momento tanto como lo hago cuando estoy con el, y esta claro que es un buen besador o será que tanto me gusta, que cada parte y cada cosa que hace me parece perfecta en el. Adicta. Es la única palabra que me describe en este momento, adicta a sus labios que cada vez que los veo tengo ganas de arrancarlos con mi boca, a sus ojos que me han robado el alma con tan solo una mirada, adicta a su aroma que era como una droga para mi, me era difícil no querer oler su perfume combinado con esa esencia corporal, algo provocativo para mi cuerpo. Pasaron los minutos más placenteros y excitantes besándolo sin cesar, no quería pero debía parar. Ambos nos detuvimos satisfechos, el mordió su labio inferior de la manera mas seductora algo que me es difícil de ignorar. Lo mire de una forma extraña y confundida.
-¡ya me canse! – mis palabras parecieron salir por si solas de mi boca.
-¿de qué? – pregunto Justin quien no paraba de saborear sus labios. ¿Será que tanto le gusto mi beso? No lo creo.
-¡tu no puedes hacer esto cuando se te plazca! ¡Deja de besarme así!
-¿no te gusto acaso? – sonrió de esa forma tan provocativa. -¡NO! – sentía como mi sangre hervía de rabia. Rabia de no poder decirle lo que siento.
-¿Por qué no? parecías gozarlo tanto como yo. No mientas. –dijo con una voz sensual. Este chico me volverá loca.
-Porque no y punto – di media vuelta y camine alejándome de el.
-Amo verte caminar – dijo Justin desde atrás. Voltee a verlo y vi como su mirada recorría desde arriba hasta abajo todo mi cuerpo, en especial mis piernas.
-¡eres idiota, entupido y mujeriego pervertido! – Grite mientras trataba de distraer su mirada de mi - ¡¿Por qué me haces esto?! ¡Maldición!
-Que no es obvio… - contesto a mi pregunta metafórica en realidad no esperaba una respuesta de su parte.
-¿obvio? – susurre confundida.
-Si. Me gustas, me gustas demasiado. No sé porque tu forma de caminar y mover tus caderas, tu pelo largo que juega con el viento, tus ojos de ese color tan verde, tu sonrisa, tu rostro angelical. ¡todo!. Todo de ti es tan perfecto.
-¡¿Qué?! – me quede helada por su comentario. me esperaba todo menos eso. Sentía como la sangre se acumulaba en mi rostro ruborizando mis mejillas, apreté mis labios y estos se hincharon y se volvieron rojos, lo mire atónita y demasiado confundida. ¿Será esto otra de sus trampas para que caiga en sus brazos?
CONTINUARA….

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