viernes, 3 de septiembre de 2010

Chapter # FORTY – ONE ~




El no respondió y cuando mire hacia donde el estaba, vi a dos chicos cerca de un árbol en el mismo parque donde estábamos liam y yo, ambos conocidos, me dio una punzada en el pecho al reconocer a justin con caitlin, juntos, ambos reían y se comportaban cariñosos.
Tal vez por eso quería un tiempo, talvez por eso necesitaba alejarse de mí, para estar con ella, para volver a los brazos de caitlin. Mis malditas y acostumbradas lágrimas de nuevo salían de mis ojos.
- ¿Ese es justin con… caitlin? – pregunte con lagrimas en mi rostro. Es obvio que es el.
Me sentí horriblemente traicionada, obviamente no me quede parada sin hacer nada, tome el valor y me acerque a pasos rápidos, furiosos y agresivos.
- ¡Vaya para esto querías tiempo! – le grite furiosa, aunque el dolor me mataba por dentro.
- ¿Male? ¿que dices? – pregunto justin confundido.
- ¡Digo que para esto terminaste conmigo! – una lagrima se me escapo – si esa era tu razón para querer tiempo me hubieras dicho eso y no me hubieras mentido con que es ‘lo mejor’ no fueron nuestros padres los causantes de que terminaras conmigo,… si no ella – susurre mientras mi voz se hacia baja. A un paso de el llanto.
Caitlin me miro desconcertada, no entendía lo que pasaba, si ella me cae bien, ella es una chica perfecta es por eso que me siento aun mas débil en la lucha, ellos fueron novios y a pesar de que ambos me juraron no sentir nada sobre el otro no lo creo.
Talvez el esta mejor con ella, y a caitlin no es la culpable. No tiene la culpa de que justin la prefiera.
- Male no entiendes… - dijo justin.
- Si entiendo, y perfectamente. Adiós justin. Adiós caitlin, les deseo lo mejor a los dos.
Liam estaba detrás mió, alejado un poco de justin y caitlin, regrese con el y le rogué que caminara rápido, no quería seguir en ese lugar.
Justin trato de seguirme pero rápidamente nos introducimos al auto de liam que estaba estacionado cerca del parque, subí y de inmediato liam arranco dejando a justin atrás.
En el camino liam solo trato de subir mi ánimo. No funciono.
- ¿Estas bien? – me pregunto preocupado.
- Si, ya me siento mejor – mentí, es obvio que nunca podré estar bien después de esto.
- Lo siento, creo que jamás debí permitirte ver eso – comento con una voz culpable.
- No te sientas así, tu no tienes la culpa además… un día tendría que darme cuenta – bese su mejilla mientras el conducía – gracias por todo liam.
- No agradezcas linda.
- Me podrías llevar a mi casa por favor – le pedí.
- ¿Qué? ¿A tu casa? ¿Por qué quieres ir ahí, que no se supone que huiste? – pregunto confundido y frunciendo el seño.
- Así es, es por eso que tengo que volver, toda razón para luchar se me esfumo, ya no tengo por que seguir con esto.
- ¿Qué quieres decir? – cuestiono.
- Que me iré con mis padres a donde ellos deseen llevarme, talvez esta sea la ultima vez que nos veamos, lo siento – mis ojos se nublaron por las lagrimas pero no permití que saliera ninguna gota. No más.
- ¡¿Qué?! Te piensas ir, no puedes, por favor quédate – suplico.
Liam conducía asta que llegamos a mi casa, no bajamos del auto y lo mire mientras permanecíamos estacionados enfrente de mi hogar.
- Lo siento, esa no es mi decisión. Tarde o temprano algo iba a pasar, algo iba a arruinar mi felicidad – ese es justin. Llego a mi vida y todo cambio tan radicalmente, una parte para bien y otra no. No creo poder olvidare esto jamás, este romance de verano.
- Si es así, entonces… ¿esta es la despedida? – pregunto con sus ojos brillantes llenos de agua salada. Liam era realmente atractivo, pero no es justin.
- Si – fue mi única palabra.
Me acerque y lo abrase tan fuerte como si no lo quisiera soltar jamás, escondí mi rostro en su cuello y llore con un enorme dolor y sentimiento, el me dio refugio en sus brazos y me dejo llorar por un momento.
- Te extrañare tanto Male – susurro dulcemente.
- Yo mas liam – me aleje y talle mis ojos para secar el rastro de lagrimas – pero probablemente nos veamos cuando venga a visitar a mi prima – trate de hacer la despedida menos dolorosa.
- Eso creo – sonrió.
Me subí a mi habitación y cuando entre todo estaba completamente empacado, párese que ya tenían mas que decidido el irnos de Atlanta, mi cama aun estaba con sus sabanas puestas, esto me serviría al menos esta noche, ya que mañana nos marchamos.
Me deje caer sobre ella y llore tanto como pude, y al tomar mi teléfono note las muchas llamadas perdidas, también muchos mensajes, pero no quise verlos, todos ellos de una sola persona. Justin.
Avente con tanta fuerza mi celular que se estrello con la pared volviéndose añicos.
Seguí llorando, talvez ahora porque mi corazón dudaba que justin me siguiera amando, después de todo lo que luche, tantas veces me arriesgue, y ahora, hace unos días que el me había prometido no volver a dejarme, lo hizo y corrió a los brazos de otra. No entiendo como paso, como se volvió tan complicado nuestro amor. Me resigno.
De tanto llorar esa noche me quede completamente dormida.
En la mañana siguiente me desperté y sentía mis ojos pesados de tanto llorar, pero ya no mas.
Me duche y me vestí, este seria el día en que partiría de aquí, justin ni siquiera tiene la menor idea que me voy y no nos volveremos a ver, dejos para el supongo.
Tome mis maletas y las subí al taxi que nos llevaría al aeropuerto, mis padres subieron también y el coche arranco, miraba por la ventanilla y a pesar que me dolía esto, irme de la nada, sin decir, sin justin, pero el ya esta con caitlin, mejor para mi.
Trataba de no llorar, porque lo haría, debería estar feliz porque el se aya fijado en mi aunque fuese tan poco tiempo, supongo que cualquier chica hubiese estado feliz aunque sea con tenerlo como amigo, y yo lo tuve como novio, me siento dichosa que fui parte de su vida. Y aunque me mata la forma en que acabo esto, no me quejo, ya no, ya estoy lista para comenzar una nueva vida.
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A donde íbamos, pues de regreso a los Ángeles, mi antiguo hogar, mis padres insistieron que era mejor volver, ya que cuando vivíamos ahí nunca hubo problemas y piensan que si regresamos todo mejorara. No lo creo.
Llegamos del vuelo y bajamos, aun con la poca fuerza me las arregle para seguir cargando mis maletas, tomamos otro taxi y regresamos a nuestra casa, era exactamente como era antes, todo era igual, los vecinos, las casas, el ambiente, era como si nunca me hubiera ido.
Entramos y note que había una sola cosa la cual había cambiado, la casa de alado no estaba como antes, era diferente y parecía que había llegado nuevos inquilinos, bien al menos espero que sea una chica para poder ser amigas.
CONTINUARA....

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